Nací en la Huelva marinera y
comparto raíces con el Moguer
de mis abuelos.
A los 22 años me trasladé a Sevilla, donde viví veinte años de feliz matrimonio y crie a mis tres hijos.
Tras enviudar, los eduqué para ser libres y suficientes.
Disfruto de mi jubilación participando en un taller de escritura creativa, donde aprendí a plasmar lo que vivo y siento.
Pertenezco a la Asociación Poética L’ALMAZARA, donde comparto escritos y cultura.
Desde siempre sentí la necesidad de comunicar mi paz interior con la palabra.
Hoy, a mis 77 años, me embarco en la aventura de publicar un poemario.
Escribir me da la paz de expresar lo que sueño, vivo y siento.